lunes, 31 de agosto de 2009

Gijón: una visita imprescindible

gijon 2009

Todos los años visitamos Gijón, y casi siempre más de una vez. Algún año hemos pernoctado por allí algunos días, concretamente en la Quinta Duro, un hotel de la red Casonas Asturianas situado en Cabueñes y regentado por D. Carlos Velazquez Duro, que ha conseguido crear un oasis para la felicidad en la finca de sus ancestros. Si van por allí y no saben donde dormir, pues no lo duden y traten de alojarse en la Quinta Duro; todo esto sin desmerecer otros hoteles que también conocemos de la ciudad, como el Parador de Turismo o el Hernán Cortés, también muy agradables.

Hotel Quinta Duro
El hotel Quinta Duro, en Cabueñes, de la cadena Casonas Asturianas

Este año 2009 hemos ido tres veces por Gijón, y siempre son unas jornadas agradables. Como no somos muy amigos de aglomeraciones ni conocemos la Semana Negra (en julio) ni la Feria de Muestras (en agosto), pero algún año tendremos que remediarlo.

¿Qué nos gusta de Gijón? Pues un montón de cosas. A mi hija Cristina le gusta el acuario, porque todo el mundo animal le chifla. Es un acuario coqueto y bastante manejable, en un par de horas lo recorres y lo ves con bastante intensidad. Este año aparte de la exposición permanente de todo lo que hay en el fondo de los siete mares, hemos visto una exposición de las ballenas (y otros cetáceos) y de la caza a la que se la sometía en las costas cantábricas. Sumamente interesante, aunque dado que estos mamíferos están en peligro de extinción pues son al parecer residuos del pasado. La entrada cuesta 12 euros, y se pueden hacer algunas fotos chulas (sin flash, claro está)

acuario de gijon
el Acuario de Gijón

A mi santa le gusta comprar en Gijón, en el eje comercial de las calles Corrida y Moros. Siempre encuentra oportunidades, que en Madrid supongo que existirán pero que no son facilmente visibles. Este año se ha comprado un vestido muy majete a la mitad de precio. Hay ocasiones que no se pueden dejar escapar, por supuesto. Yo también compro en Gijón, pero en mi caso otros artículos. Procuro visitar la sucursal de la Casa del Libro para husmear por sus estanterías, y siempre miro el escaparate de Foto Centro, una tienda de material fotográfico muy completa a pesar del poco espacio que tienen. Este año en Foto Centro solo he mirado, pero he consumido en El Corte Inglés, para aprovechar los últimos momentos de las rebajas. Con gran satisfacción he podido comprar dos pantalones de tallas normales (sin pasar por la sección de “tallas grandes”), señal de que la dieta va funcionando.

Otra cosa que hacemos al menos una vez por temporada es recorrer el paseo litoral. Se trata de un paseo de 5750 metros desde Campo Valdés, en un extremo de la playa de San Lorenzo, hasta el parque de La Providencia, al otro lado de Somió. Este año empezamos por la escalerona y alcanzamos lo 5300 metros, sin llegar al mirador, porque amenzaba lluvia y nos dimos la vuelta. La amenaza se cumplió y toda la segunda mitad del paseo transcurrió con orballo, que está muy bien denominado como calabobos (en este caso los bobos fuimos nosotros dos). Bien calados acabamos aquella tarde, pero nos lo pasamos bien, es un paseo que nunca nos defrauda.

gijon paseo litoral
el paseo litoral, a la altura de El Rinconin, un ratin antes de empezar a orballar

A mi me gusta pasear un rato por el cerro de Santa Catalina, para ver la escultura “Elogio del Horizonte”, un trabajo de Chillida que preside las dos bahías de la ciudad. Como los asturianos son muy socarrones la llaman también el “WC de King Kong” aunque a mí me presta más la denominación “Eulogio, el del horizonte”. Sin embargo este año no he subido por allí, solo lo he visto de lejos desde el paseo litoral.

Elogio del Horizonte - HDR
Elogio del Horizonte (a.k.a. "el WC de King Kong" o "Eulogio, el del horizonte"), de Eduardo Chillida, un icono de la ciudad

gijon - playa de san lorenzo
la Playa de San Lorenzo, atestada de bañistas

Y luego, comer. En Gijón se come fenomenal, como en tantos sitios de Asturias. En este punto también somos parroquianos fieles, y las dos comidas que hemos hecho han sido en Tino el Roxu (Avenida de la Costa), y en El Jamonar (calle Begoña, junto a la Iglesiona). Estando a dieta como estoy, no he podido acceder a alguna de sus delicias, pero todo estaba delicioso, aunque sea solo de vista.

1 comentario:

Unknown dijo...

Veo que habéis aprovechado bien las vacaciones. A nosotros también nos gustó Gijón, sobre todo la playa